Sí lloras como una fuente

La triste lombriz tiene ganas de llorar, y Noemi Vola, como narradora del libro, intenta animarla para que no llore. Pero con todo lo que le dice, la lombriz tiene más ganas de llorar aún. Con "Si lloras como una fuente" verás que llorar no tiene por qué ser algo malo y algunas veces es necesario.
"Si lloras como una fuente" está escrito e ilustrado por Noemi Vola, escritora e ilustradora de libros infantiles. Sus trabajos han obtenido numerosos reconocimientos por parte de varias organizaciones como algunas ferias del libro de distintos países.

Este original cuento está dirigido a niños a partir de unos cuatro años de edad. Su edición es de tapa dura y con un tamaño algo mayor que un libro común. El tamaño del texto hace que su lectura sea fácil y estaría indicado tanto para que un adulto se lo lea al niño, o para los primeros lectores, ya que cada página hay a lo sumo un par de líneas de texto. Las ilustraciones ocupan la página completa y son dibujos muy infantiles y coloridas, todos son animalitos como una lombriz, un cocodrilo, una serpiente, un cerdito, un canguro, una rana o una mariposa, entre ellos.

La peculiaridad de este divertido cuento es que mientras en la gran mayoría de cuentos infantiles los personajes aparecen sonrientes y felices, en "Si lloras como una fuente" como su nombre indica, los personajes aparecen llorando. A pesar de esto, no es un libro triste, al contrario, además de tener divertidas ocurrencias respecto a las lágrimas, el mensaje que la autora quiere dar es mucho más profundo.

Quién no ha escuchado la típica frase despectiva: "lloras como una niña". Pues con este cuento, Noemi Vola intenta convencer y desmontar el mito de que llorar no es bueno, que los niños no deben llorar y no deben estar tristes sino sonrientes, con una serie de ejemplos la mar de graciosos.

La autora coloca a los personajes de este cuento en situaciones cotidianas, así que le da utilidad a qué hacer con las lágrimas cuando el delfín está triste y quiere llorar mientras cocina un plato de pasta, o cuando serpiente quiere limpiar el suelo de su salón.

Con esto, Noemi Vola quiere decir que todo el mundo llora, hombres, mujeres, niños, niñas, y como "Si lloras como una fuente" es un cuento, también llora la lombriz, el delfín, las nubes y todos los animalillos del bosque. ¡Hasta los superhéroes lloran!

Resumiendo, leyendo "Si lloras como una fuente" los niños se van a divertir con las graciosas escenas que la autora presenta mediante sus ilustraciones, y a la vez van a aprender que llorar no es malo, que llora todo el mundo, incluso las personas adultas y no es signo de debilidad.

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