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Este libro me atrajo por su título y el aire fresco de novela juvenil que aparenta. Su contenido fue exactamente así. Japón cada año me va atrayendo un poquito más, siempre he sentido curiosidad por la rica cultura que tiene, y poder descubrir la ciudad y acercarme a ella a través de los libros me parece una oportunidad muy bonita. Esta historia es exactamente así y en mi opinión es lo mejor que tiene, puesto que su autora creció en varías ciudades diferentes, entre ellas Japón, y se nota enseguida la riqueza de las descripciones de las calles y la forma de vida de sus habitantes. Te traslada por completo, imaginándote cada lugar. Podría decir que este es uno de esos libros que te permite viajar. Es una novela romántica juvenil, que avanza muy bien entre sus personajes y que te hace conectar de forma muy directa con la protagonista, ya que sus pensamientos se asemejan mucho, diría que hasta son idénticos, a lo que es la verdadera adolescencia. A medida que la historia se completa, se va palpando más fuerte la despedida que se acerca. Esa que crece por todo el cuerpo, a la que no quieres llegar jamás. Me pareció brillante cómo la autora consigue transmitir este sentimiento. Algo me faltó, no sé exactamente el qué, para darle una puntuación completa, quizás la conexión a los secundarios o la trama que se va desenlazando. Aún así, me dejó muy buen sabor de boca, y os lo recomiendo si necesitáis algo ligero. |
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