La isla del silencio

Un detective ha llegado a Sant Jordá, un pequeño pueblo del Pirineo catalán. Un hombre, jubilado guardia civil, ha muerto en un accidente. En su muerte no hay , aparentemente, nada raro pero a su mujer hay cosas que no le cuadran y a pesar de que el asunto se ha cerrado como “muerte accidental”, decide encargar la investigación a un detective privado para quedarse totalmente tranquila. Este llega a Sant Jordá y allí recibirá la ayuda de una mujer que vive allí llamada Emma.

La historia está contada a través de tres tramas temporales. La principal es la que os he contado, la del presente. En ella se implica Emma porque hace veintisiete años, su mejor amigo y amor platónico, Nil, desapareció del pueblo sin que jamás se llegase a saber qué le pasó. Ella no ha conseguido cerrar la herida y cuando de alguna manera la investigación del detective se cruza con lo que le ocurrió a Nil, decide implicarse. Tenemos entonces una segunda trama: la que sucede en 2004 e implica a Nil. Finalmente, hay una tercera trama situada aún más en el pasado. En el año 1982 un triple asesinato sacudió la tranquila localidad. Tres mujeres, tres turistas de Barcelona, fueron salvajemente asesinadas en la pequeña isla próxima a Sant Jordá, la conocida como isla del silencio. Un hombre se confesó autor de los crímenes y, aunque luego se desdijo, cumplió condena en prisión.

Las tres tramas se van intercalando, sobre todo la segunda y la tercera porque la primera ocupa pocas páginas reales aunque muchas por referencia ya que los tres crímenes están en la base de todo. Alteraron la tranquilidad de la población y sus habitantes no han llegado a superarlos nunca. Es fácil saber en qué momento nos encontramos pues cada trama viene precedida del tiempo en que transcurre, la confusión es imposible. Poco a poco, intercalando las tres tramas, nos vamos haciendo una idea de lo que pasó. Quizás al principio cueste un poco cogerle el aire a la historia porque es necesario presentar las tres tramas y los personajes que en ellos se mueven (aunque algunos se mueven en varias de ellas) pero, una vez que nos situamos, todo va rodado y avanza a buen ritmo.

La trama está bien tejida y bien desarrollada. Primero se enreda para poco a poco irse desenredando. La intriga se mantiene constante, incluso va in crescendo a medida que nos acercamos al final, acelerándose todo en las últimas páginas que dejan todo perfectamente explicado y cerrado. Los personajes son interesantes y nos muestran cómo las cuestiones no resueltas del pasado dejan un poso en la memoria que nunca se olvida. Como le ha ocurrido a Emma. Por mucho que fuese una adolescente cuando desapareció Nil, el hecho de que fuese su mejor amigo y que estuviese enamorada de él han hecho que no lo haya podido olvidar nunca. Sobre todo porque no ha podido dar una explicación a lo que pasó, ponerle un punto y final.

La ambientación está bien lograda. Ese pueblo pequeño y tranquilo en el que todo el mundo se conoce. Esos guardias civiles de antes. Ese hecho que da la vuelta a la población entera y que no se puede superar por mucho que hayan pasado décadas. Es fácil trasladarse a Sant Jordá –a las diferentes épocas- y ver lo que la autora nos está contando pues la novela es muy visual. Hay mucho diálogo y un ritmo tirando a rápido. La novela se lee bien, mantiene el ritmo y la intriga en cada momento y resulta sumamente entretenida

Conclusión final

Me ha gustado. Me ha parecido una buena historia, bien planteada y bien resuelta. Os la recomiendo.
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