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La trama no puede ser más intensa. La historia te atrapa, y la música te envuelve. Te metes lleno en el mundo de los conciertos, la fama, los tejemanejes de una banda de rock, el estrés de las giras, la composición… Un caos al que los protagonistas tendrán que hacer frente para alcanzar sus sueños. Este libro nos muestra que, detrás de todo ese cúmulo de cosas, hay personas valientes que luchan día a día por un trabajo que no es nada fácil de mantener. Un mundo que, en ocasiones, también puede ser injusto. De Miles he aprendido que, si caes, tienes que ser capaz de volver a ponerte en pié, y seguir adelante. Su personaje me ha enamorado. Tanto lo bueno, como lo menos bueno. Es una chico sencillo al que la fama se lo dió todo, pero también se lo quitó. Vivió su sueño, pero tuvo que pagar las consecuencias de volar tan alto. Es un chico que, como el ave fénix, renace de sus cenizas, aferrándose a la oportunidad de pasar página. Amigo de sus amigos, fiel, caótico, y con un corazón enorme. Un corazón que se desboca cuando Kaylee está a su alrededor. Esa chica dulce, con pocas pintas de rockera, y que lo volverá loco. Kaylee se siente deshubicada, insegura en algunas ocasiones, aunque en otras, sea capaz de comerse el mundo. Odia la presión y el poder que su madre ejerce sobre ella. Quiere valerse por sí misma. Ser libre, y hacer lo que le gusta. Los momentos con Miles son pura dinamita. Me ha encantado como va forjándose entre ellos esa conexión y esa complicidad. Te hacen suspirar, consiguen hacerte vibrar a través de las páginas, y los momentos emotivos del libro te encogen el corazón. Tengo que reconocer que las últimas páginas se me han hecho un poco largas, pero no porque sobren o sean aburridas, simplemente porque las ansias han podido conmigo, y las ganas de conocer el desenlace de la historia me ha superado. En definitiva, un libro que recomiendo no solo por lo bien que escribe esta autora, y lo mucho que transmite, sino también porque Miles y Kaylee son una pareja preciosa, y su historia es una delicia. ¡Que viva la música! |
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