No sé si será posible nacer con mala o con buena estrella, lo que sí sé es que hay vidas que dan para un par de libros o tres y que la mayoría de sus protagonistas no han hecho nada malo para merecer semejante cúmulo de desgracias, de abandonos y sinsentidos. Mala estrella no sé, pero mala suerte para dar y regalar. Si algo he aprendido de las palabras de Julia Viejo es que los finales suelen no tener pinta de final porque en muchas ocasiones los finales no son necesarios; que detrás de cada puerta cerrada hay una historia, o más de una , y que la imaginación se queda corta cuando se trata de aproximarse a la realidad. Y que @blackiebooks ha vuelto a dar en el clavo porque he visto en mi cabeza cada uno de los lugares que ha pisado Vera; porque he tenido ganas de abrazarla muchas veces y porque no tenía ni idea de quién era Julia Viejo, pero ahora tengo clarísimo que no pienso perderla de vista. |