La verdad es que he disfrutado muchísimo esta historia. Madison y Aiden, los protagonistas, me han parecido tiernos y valientes, me ha sido muy fácil empatizar con ellos. Lo mejor es ver cómo se complementan a la perfección y aprenden a convivir con lo que les ha sucedido. Los secundarios —como Zyra y Mara— y el ambiente de instituto en un pueblo pequeño también me han gustado mucho. Pero si tuviese que destacar una cosa sería el tratamiento de los temas que se tocan, se hace de forma clara y sensible sin caer en dramatismos innecesarios. Maravilloso trabajo por parte de la autora. Una novela juvenil con un «friends to lovers» de lo más bonito que, sin duda, recomiendo. |