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Qué preciosidad de cuento. Me ha gustado mucho. Se trata de un relato para niños de seis años en adelante, donde se les enseñarán varios mensajes importantes relacionados con la naturaleza, pero sobretodo entenderán la importancia de conservarla y cuidarla. Y en una sociedad como la actual, inculcarles estas ideas es muy importante. La protagonista es una niña que pasa muchas horas en el bosque que hay detrás de su casa: jugando, paseando, escuchando, dibujando y escribiendo en su libreta... Por ello, le trata como su propio amigo y no dudará en defenderle cuando se encuentre en problemas. Además, considero que a los niños no se les hará nada pesado leerlo, ya que es muy cortito y las hojas están repletas de ilustraciones. Ilustraciones que, por cierto, son una auténtica maravilla, ¿por qué? Pues porque parece que estuvieses viendo un herbario metido en el propio cuento. Hay disámaras, acículas de pino, hojas de diferentes especies, ramitas, helechos, mariposas... Por último, recalcar que puede haber tres-cuatro palabras que el pequeño lector no entienda en el cuento (pero no como para perderse). Y eso es bueno, ya que podrá preguntar a sus mayores y lo que significa le abrirá aún más información sobre el Medio Natural. al igual que se le pueden explicar cosas sobre las especies que salen en las ilustraciones. Como reflexión personal: Es muy importante que a los niños se les enseñe a apreciar a la Madre Naturaleza, ya que si lo aprenden de tan pequeños, no necesitaremos preocuparnos cuando sean más mayores. Así que cada día estoy más maravillada de que se publiquen este tipo de cuentos educativos, enhorabuena a la editorial por traerlo al castellano. |
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