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En esta belleza me he encontrado la construcción de un diario, en el que conoceremos el proceso oscuro del duelo por la ausencia de la persona amada. Es un relato breve pero demoledor donde la protagonista se hace muchas preguntas sin obtener respuesta. Relatará de manera poética y desgarradora como intentará sacarse el aguijón de adentro y de como tendrá que aprender a vivir con una herida abierta. Dejará constancia de lo duro que resulta superar la pérdida y de la necesidades de alejar los demonios de la soledad. ¿A cuántas caricias luz de distancia estamos? Mientras lo leía sentí el vacío, el frío, el abismo, la oscuridad, la nada! Pero hay que vivir, hay que seguir, hay que superar. Una lectura bella y dura con una gran lección de superación. Acompañado con unas ilustraciones realmente bonitas de Gabriel Pacheco, oscuras, en tonos oscuros y escalas de grises muy acordes al texto. Simplemente maravilloso! |
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