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Bueno, no se qué esperaba del libro, pero la verdad no era esto. Es una historia TRISTE, así, sin matices y sin una enseñanza al final. Son los recuerdos del autor y quién le brindó un lugar de contención en el mundo. Para lo corto que es, se sufre mucho, y el estilo de escritura es de un niño pequeño (en eso lo representó muy bien) lo que para el lector lo hace denso. Salta de una idea a otra sin conexión, allá aparece alguna asociación pero la mayoría es inconexo y le falta algo, termina de forma abrupta incluso antes de terminar. No me conmovió como a la mayoría que lo aman aunque sufran, tenía muchas más expectativas.
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