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Nos trasladamos a finales de los años treinta. L'Egalitè es un hospital universitario y, entre los aspirantes a médicos, hay jóvenes con muchas carencias de respeto y humanidad ante los cadáveres que les sirven de aprendizaje, y los pacientes a los que visitan. El hilo de la historia es Michel Doutreval, perteneciente a una familia ilustre en medicina y para el que su padre ya tiene un camino trazado por el que su hijo debe transitar, y al que no ha preguntado. El autor, abogado de profesión y activista en favor de los más desfavorecidos, nos presenta una medicina carente de humanidad y rigor. al paciente se le despeja de toda dignidad, los intereses políticos juegan en favor de los intereses personales, se trata el tema del aborto, las clínicas de pago, la prostitución, el tratamiento y trato a los tuberculosos y cómo son tratados por el elenco de facultativos y la sociedad, las dificultades de los aspirantes a médicos que, teniendo un origen humilde, lo tienen todo en contra, y dependen de a quién pueden arrimarse. La medicina es negocio, y la novela lo muestra de una forma minuciosa, muy descriptiva, es profundamente dura, y eso hace una lectura angosta y difícil, lenta. Numerosos casos de pacientes llenan las páginas, aunque no sean decisivos en la trama, pero sus vidas, su pobreza, la carga de miseria que nos evoca la época, nos introduce en ella de una forma brutal. Avanzamos en la lectura conociendo la vida de aquellos jóvenes estudiantes de medicina, la diferencia de sus logros depende más de su origen que de su talento, y lo que dificultan su ascenso los egos de muchos médicos encumbrados temerosos del talento y la superación. ¿Lo recomiendo? Sí, es una valiosa lectura, pero quizá no para cualquier momento, quizá no para todo lector. Si lo lees, será duro, será inolvidable. |
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