Madre de dragones

Escrito en primera persona desde el vista de una mamá friki, para otras que también lo sean o quieran serlo. Me he reído en algunos capítulos porque parecía que me estuvieran mirando por un agujerito, durante los cumples de los niños, las fiestas del cole, en las que siempre aparecía disfrazada, o con las comidas especiales de Navidad y Halloween.
He apuntado libros y películas, que siempre son una idea, pero el capítulo de los viajes me ha sobrado. Entiendo que alguien pueda visitar Japón y E.E.U.U. en una misma vida, pero no seré yo con mi mini sueldo. Todo lo que se refiere a mi ciudad ya lo hicimos cuando mis hijos eran más pequeños, pero seguro que cuando lleguen los sobrinos, volveremos otra vez a vivirlo todo. La verdad es que creatividad en mi familia sobra, pero también conozco a algunos amigos de mi hijo que tienen -2 en ese aspecto y no les vendría mal leerlo.
Un libro que pasa sin pena ni gloria, pero como se lee rápido no se pierde mucho, eso sí, sólo lo aconsejo a los muy frikis, porque habla de muchas cosas de las que, si no sigues determinadas series, no te vas a enterar.