«El pájaro verde» de Valera es una recreación de un cuento folklórico de princesa triste, príncipe encantado despojado de su reino y convertido en pájaro verde y mucha castidad (es muy curiosa la escena de los hombres desnudos que ve la lavandera y no le perjudica a su inocencia y pudor: «Al poco rato vio la lavandera que del seno diáfano del agua salían tres mancebos tan lindos, bien formados y blancos, que parecían estatuas peregrinas hechas por mano maestra, con mármol teñido de rosas. La chica, que en honor de la verdad se debe decir que jamás había visto hombres desnudos, y que de ver a su padre, a sus hermanos y a otros amigos, vestidos y mal vestidos, no podía deducir hasta dónde era capaz de elevarse la hermosura humana masculina, se figuró que miraba a tres genios inmortales o a tres ángeles del cielo. Así es que, sin ruborizarse, los siguió mirando con bastante complacencia, como objetos santos y nada pecaminosos. Pero los tres salieron al punto del agua y pronto se vistieron de elegantes ropas»). La elegante prosa de Valera convierte este cuento en una joya exquisita.
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