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Un buen día aparece un ser extraño en casa de Lucio, que habla un idioma extraño, y que necesita ayuda para todo, hasta para las cosas más tontorronas, como, por ejemplo, darse un baño. Bañarse, entonces, se convierte en toda una odisea, en la que participa toda la familia: padre, madre, abuela... Qué raro que no aparezca por ahí hasta el periquito, suponiendo que hubiera uno en la casa. Y es que el baño requiere unas instrucciones muy precisas, mucho más tratándose de un ser...diferente, extraño: tiempo, temperatura, jabón... ¡hasta monerías incluidas! Tras el baño, sacar a la calle a este ser, una vez limpio, también resulta complicado, ¡vaya rollo! Ya, pero uno no puede olvidarse de nada: toallitas, comida, ropa de abrigo, gorra por si hace sol, capota por si llueve... Todo el mundo parece encantado con este extraño ser, todo el mundo menos el gato que le mira serio, sin maullar, ni sacar las uñas siquiera. ¿Le tendrá miedo? ¿No se fiará de él? ¿Qué tiene de especial este marciano? Encantadora forma de contar la llegada de un nuevo miembro a la familia. Un miembro que puedo trastocarlo todo, todito todo. Así son las cosas, es la pura verdad, lo dice una madre, y ya se sabe que las madres siempre, siempre, llevan razón, ¿o no? Sin saltarse una sola página, hay sorpresa final...para los niños, a los adultos no les pillará desprevenidos. Enlace: https://megustaestelibro.blo.. |
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