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En Nueva Orleans hay un asesino en serie suelto, el cuerpo de policía con ayuda de Wren Muller, la forense, entrarán en una carrera contra reloj para detener al carnicero¿Lo conseguirán? Estamos ante un libro narrado a dos voces, la primera de ellas es la de Wren, quien busca en los cuerpos de las víctimas las respuestas que solo estas pueden otorgarle. La segunda voz es la de Jeremy, nuestro carnicero. Ambas voces coexisten para que nosotros podamos tener una visión global de la historia. Creo que la voz del carnicero está muy bien conseguida, al más puro estilo mentes criminales nos adentraremos en la psicología de este psicópata narcisista y descubriendo más sobre su mente retorcida e inteligencia. La historia me ha tenido en tensión, dándome algún que otro giro que no me esperaba. Está tensión se ha acrecentado al saber quién es el asesino y lo que está planeando. Es una novela de lectura rápida y ligera, va al grano y no se entretiene en detalles, aunque esto también hace que haya tenido sentimientos encontrados en algunos momentos de la trama. Hay muchas cosas que no nos cuentan y se da por supuesto que nosotros las sabemos, lo que ha hecho que en ocasiones me resulte chocante hasta que yo misma le he encontrado el sentido a por qué eso era así. El final me ha dejado un poco fría y es que está claro que va a haber segunda parte, y en este tipo de finales mi ansia me puede y prefiero tener la siguiente entrega a mano, gustos personales supongo. |
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