Mujirushi

Sorprendida me quedé al descubrir entre las novedades del mes de diciembre esta nueva obra en un solo tomo de mi querido Urasawa, puesto que actualmente se encuentra inmerso en la publicación de Asadora y no pensé que fuera a llegarnos nada más suyo. El caso es que, a finales de 2017 (entre la publicación de las series de Billy bat y Asadora), pudo dedicarse a este proyecto en colaboración con el Museo del Louvre, y hasta ahora no había sido publicado en España.

La obra nos cuenta la historia de una niña cuya madre se fuga y cuyo padre se ve acosado por las deudas debido primero a la evasión de impuestos y luego al fracaso de un negocio de máscaras de la futura presidenta de EEUU (que, casualmente, se parece bastante a Trump). Justo cuando están en lo más hondo del pozo, un cuervo llamado María les lleva hasta el Laboratorio de Francia, donde su director, un supuesto experto en dicho país, les propone un negocio particular: que consigan esconder temporalmente una obra del Louvre para poder vender una falsificación hecha por él durante el tiempo que esté desaparecido el cuadro.

El asunto por supuesto es de dudosa credibilidad, pero el padre es el típico patán que se mete todo el rato en negocios desastrosos a pesar de los sabios avisos de su hija. Así que padre e hija irán a París, donde se pondrán en contacto con un bombero y una señora que es una cantante frustrada, ambos antiguos conocidos de una amiga del director del Laboratorio de Francia. Finalmente llegará el momento de ir al museo del Louvre, que se ve detalladamente retratado en las páginas del manga (y lo mismo algunas de sus obras más famosas), pero la cosa no saldrá como ellos esperan.

Como siempre que hablamos de Urasawa, se trata de una obra muy entretenida y con cierta intriga, algo menor en este caso por desarrollar toda la historia en un solo tomo. Destaca especialmente el personaje del excéntrico director, que por lo visto está basado en un personaje famoso en el mundo del manga, Iyami (creado por Fujio Akatsuka), y que, a pesar de tratarse de un encargo, Urasawa consigue darle su toque característico a la historia.