 |
Es una historia doble. Por un lado, la madre enferma de Alzheimer, bajo el cuidado de la hija. Con cierto distanciamiento, pero con cariño. Una madre que comienza a retroceder en el tiempo en su memoria. Vuelve a los terribles años de la II Guerra Mundial y postguerra. Así, poco a poco, destejemos la historia de la familia judía y descubrimos el pasado de una memoria que nos abandona. Paralelamente, el relato sirve a la autora para rememorar su dura infancia. Señalada como extranjera y sin poder ser más que una mala estudiante, narra las numerosas humillaciones y vejaciones a la que es sometida. “Así pues, me las apañé como mejor supe: todo lo hacía muy despacio y me mantenía lo más alejada posible de la ambición. Me parecía que sólo de esa manera podría resistir”. Su madre, enfrascada en las clases de sociología en la universidad e incapaz de “comportarse como una madre”, se aleja de ella e intenta no ser molestada por los mundos de fantasía de la hija. “Nada le cansaba tanto como el exceso de alegría” En definitiva, nos encontramos ante un libro lírico, con reminiscencias de esa infancia cruel pero descrita sin prejuicios, que muestra la vida en Polonia en la segunda mitad del siglo. A la par que nos narra los recuerdos fragmentados y rotos de una madre que se diluye en la ausencia de recuerdos. Como dice un crítico citado en la contratapa del libro: “Todo libro de Tulli es una meditación llena de compasión” Así es, no perdáis la oportunidad de acercaros a la obra de esta narradora. Laster arte! Enlace: https://info7.naiz.eus/eu/in.. |
>
