Lo he leído en dos veces con un descanso largo de por medio porque a pesar de parecerme una lectura entretenida y dinámica desde el principio, también era consciente de que no estaba pasando nada realmente. Sentía que solo leía relleno que dejaba intuir que iba a pasar algo en algún momento. Cuando lo retomé después, a mitad de libro, seguía igual. Continué por curiosidad más que nada y fue mejorando poco a poco, pero no me enganché hasta las últimas 150 páginas. Trata un tema delicado que yo tengo vetado leer por norma. Lo compré sin saberlo y creo que no lo he llevado mal porque no he conectado con la historia como debería. La ambientación es brutal. Alaska debe ser un sueño. Narrado a una voz. Calla desde el principio me cayó mal por ciertos comentarios que hace y ser muy superficial. Mi opinión fue cambiando gracias al prota masculino, que de lo tonto que es, la fue haciendo buena a mis ojos. Jonah tiene prejuicios, es impertinente y rudo. No me gusta como la trata la inmensa mayoría del libro. Por mucho que al final lo pinten como un ser de luz, a mí no me compensa. Simon es un hombre adorable, al igual que Agnes. Los padres de Calla no me han convencido. El final es predecible, pero no resulta menos emotivo por ello. |