Estamos frente al cuarto libro de esta saga. Su lectura, como es los anteriores, es cómoda y amena ya que también se compone de capítulos cortos y con muchísimo diálogo. A pesar de que vuelve a ser una historia que engancha no ha llegado a sorprenderme. Para mí los hechos han sido predecibles pero aún así, como digo, me ha atrapado la trama. Vemos a un Víctor más humano, con sus recuerdos y su cargo de conciencia por un hecho del pasado. Hallamos, también, referencias de los casos de sus anteriores libros, rememorando así ciertos personajes o situaciones del pasado. Cabe resaltar el papel de Clara Alvear, mujer de Víctor, en esta historia. En esta historia encontramos una mujer muy empoderada para la época y muy muy valiente. En definitiva, un libro qué, como los 3 anteriores, recomiendo totalmente, sobre todo si eres amante de las novelas policíacas. |