En La Isla

Una lectura sorprendente. Unos Robinson Crusoe completamente diferentes y una aventura que en realidad, nadie querría vivir pero en la que los personajes se manejan considerablemente bien.

Era bastante renuente a leerlo por el hecho de la diferencia de edad. No porque me suponga un problema sino porque en las edades en las que los sitúa la autora creía que se iba a notar demasiado, que iba a resultar forzado, pero no ha sido así. La autora consigue reflejar muy bien los problemas a los que se enfrentan las personas en ese tipo de relación, especialmente ella.

Anna y T.J. se llevan una gran diferencia de edad, ya que donde una es una treintañera el otro apenas es un adolescente, y lo que en circunstancias normales habría resultado imposible en las circunstancias en que sucede no sólo es posible sino que es lo más normal del mundo. Y eso mismo lo refleja la autora a la perfección.

Si T.J. hubiera sido un muchacho diferente, con unas circunstancias diferentes, al que le hubiera tocado vivir otra vida nada habría salido de esa forma. Pero T.J. no es un muchacho normal. La vida le ha hecho madurar a golpes mucho antes que a los demás. Tiene las ideas muy claras, como ya me habría gustado a mí tenerlas a su edad. Sabe lo que quiere y está dispuesto a conseguirlo. Donde muchos habrían sentido que están renunciando a muchas cosas él sintió que había ganado otras, las que de verdad le importan.

Así que bravo por él y bravo por Tracey Garvis-Graves que nos entregó una historia diferente. No sólo por dónde transcurre la misma sino porque esta vez la mayor es ella. ¡Fuera prejuicios!