Los elefantes andan descalzos y no usan paraguas: 01

La palabra que me ha venido a la mente cada vez que me he puesto a leer el libro es: “entrañable”. Es un libro que se lee tan rápido y con tanto gusto que en todo momento me ha recordado a las tardes que pasaba con mis abuelos, padres o tíos hablando sobre su juventud y las anécdotas que han conformado sus vidas. El autor nos permite vivir un poco como lo hizo él, recordando momento tanto buenos como malos que te hacen darte cuenta de lo maravilloso que al final es vivir. Me ha gustado muchísimo que este ambientado en Madrid, ya que yo soy de allí y he podido recordar, junto con el autor, vivencias que también tuvieron mis padres en los lugares que menciona. Me emociona recordarlos porque de alguna manera todos también hemos tenido ese tipo de anécdotas, una pandilla, las tardes jugando en la calle o algún familiar no del todo cuerdo (muy a nuestro pesar). En conclusión, es una lectura que hace empatizar desde el primer momento.
La verdad es que ha sido todo un descubrimiento que recomiendo 100% y una buena lectura ligera, entrañable y amena entre lecturas, quizá, un poco mas densas.
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