Un libro maravilloso para ayudar a los más pequeños, y a los que no son tan pequeños, a calmar ese volcán que todos tenemos en nuestro interior y que amenaza con estallar cada vez que nos enfadamos. Me parece una historia perfecta para ayudar a los padres a enseñar a los niños a gestionar sus emociones. Unas ilustraciones preciosas acompañan el relato y ayudan a la mejor comprensión del mismo. Sin duda un libro de obligada lectura si tienes niños. |