“Vi. Una mujer minúscula” es mi primer contacto con Kim Thúy. Una escritora a la que quiero seguir leyendo por su manera tan especial de narrar. El encanto de este libro, para mí, ya no es la historia (que también) si no la manera de atraparte que tiene Thúy con esa escritura suave, delicada y llena de nostalgia. Es una lectura cercana, que te atraviesa y deja huella. de esas que sonríes al recordar una vez terminado y que te estrujan un poquito el corazón mientras lo vas descubriendo. En definitiva, repetiré, sin ninguna duda. |