Si tengo que decir cuál ha sido el libro que realmente me ha dado miedo, hasta el momento, diría que ha sido este. Simplemente la idea, la imagen del personaje de Katherine (la bruja) ya da miedo. A mí, imaginarme a la Bruja, con sus ojos y su boca cosidos, deambulando por el pueblo, apareciendo por las casas, imaginándome su olor a mugre y el tintineo de las cadenas, ya me provoca pesadillas. Este libro está lleno de supersticiones. Yo, sin duda, si alguna vez me encuentro un anillo de hadas pasaré por su lado con los ojos cerrados. ”Luego dejé de creer en las brujas, así que lo hacía como ejercicio para mejorar el equilibrio” |