HEX

No puedo negar que ha sido una lectura entretenida, pero me ha pasado un poco lo mismo que con “Mi mujer y yo compramos un rancho”, miedo, lo que se dice miedo… poco.

Es verdad que da un poco de repelús pensar que en cualquier momento puede aparecer en tu casa una señora encadenada, con la boca y los ojos cosidos que se queda allí hasta que decide marcharse a otra casa o a otro lugar, pero los habitantes de Black Spring lo tienen tan asumido que al final a mí también me parecía normal y es que sobre la población pesa una maldición y si decides vivir allí, debes saber que no podrás marcharte nunca, salvo algunas escapadas que no puede durar demasiado.

Mientras la bruja que habita en Black Spring no abra los ojos y la mantengan vigilada para saber donde está en todo momento, todo irá relativamente bien, peeeero (siempre hay un "pero") los jóvenes de Black Spring están cansados de vivir en ese aislamiento, cansados de saber que nunca podrán vivir en otro lugar , que nunca podrán contar lo que allí ocurre y deciden “solucionarlo” sin tener en cuenta lo que eso puede desatar.

Lo que hace uno de los adolescentes me ha parecido tan asqueroso que por un momento me he puesto del lado de la bruja, la verdad y es que si algo que te hace pensar este libro es qué o quién acaba siendo peor, la maldición de la bruja o los propios habitantes de Black Spring.

En las peores circunstancias es donde sale a relucir cómo somos de verdad, el miedo, el egoísmo, lo que estamos dispuestos a hacer o a hacerle a otros con tal de sobrevivir y eso es algo con lo que juega muy bien esta novela. El final, además, me ha gustado bastante y en general me ha mantenido enganchada a sus páginas.

Quizás se hace un poco largo y repetitivo en algún momento, pero se lleva bien. Mi único “pero” es el de siempre con estos libros, me ha faltado sentir auténtico terror, de ese que le hubiera gustado al autor que sintieran todos sus lectores, un terror que nos obligara a dormir con la luz encendida. Conmigo no lo ha conseguido, pero a lo mejor contigo sí, ¡quién sabe!
Enlace: https://bitacorademislectura..