El diablo en la cruz

El diablo en la cruz, es una historia en la que se entretejen los mitos, el folclor y la realidad de una Kenia explotada, llena de ladrones, atracadores estafadores, que se vanaglorian de su gran inteligencia en robarle al pueblo y que están apoyados por el gobierno y la policía. La desesperanza de la clase trabajadora que no tiene quien las proteja o quien las defienda de los desmanes de los ricos es muy triste, pero es una realidad de los pueblos y el neocolonialismo. También es bastante triste las historias de Wariinga y de Wangari, particularmente estas dos historias de mujeres explotadas, mujeres que se van quedando sin opciones para vivir una vida digna.
Salvando la distancia uno puede encontrar un paralelismo entre África y América Latina, aunque tengo que reconocer que África está aún más atrasada que América, porque uno no se imagina que en pleno siglo 20 aún se se observen situaciones como las que se describe en la novela y si aparecen esas situaciones pero se enmascaran bien. Quisiera poder leer una segunda parte de esta novela donde se cuente qué está pasando con Kenia en el siglo XXI. Esta novela te hace reflexionar y cuestionarte cuan lejos estamos las "civilizaciones adelantadas" de lo que se cuenta.
Muchas veces nos pasa como a los personajes, y aunque nos asquea lo que vemos a nuestro alrededor (la alegoría de la reunión de la cueva), criticamos pero no tomamos acción, nos quedamos contemplando los males con resignación, como si no pudiéramos hacer nada, como si todo sucediera a otros, no a nosotros mismos.
No me gustó el final, porque después de prometer un desenlace de cuentos de hadas, la realidad vuelve a golpear y estoy segura de que la cola del final es larga y espinosa.
Al final el Diablo siempre escapa de la cruz.