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El título de esta novela dice una cosa muy clara. “Hay cosas en la vida que no van a cambiar nunca por mucho que lo intentes, siempre, después de marzo vendrá abril”. Y eso es tan cierto como un te quiero, imposible de cambiar por mucho que la vida a nuestro alrededor cambie. Pero ¿y si… las decisiones que tomamos en un momento de la vida cambian por completo el final de la historia? ¿Podríamos decir que el destino estaba predestinado a sufrir ese cambio? Lo cierto es, que esta historia tiene la longitud exacta para hablar de una historia real, y eso es demasiado difícil en la romántica. Los personajes toman decisiones reales, porque al final cuando te encuentras en el túnel oscuro, cualquier decisión es válida. Esas decisiones de las que luego, por un lado, es posible que te arrepientas, pero que en el caso de Elís, ahora y aún formando parte del pasado presente y futuro de la persona que ama, y aun no sabiendo si fue la correcta, ese sentir de agradecimiento y de amor verdadero perdurará en el tiempo en la distancia he incluso en lo etéreo. Los personajes de esta novela me han encantado por su naturalidad, por sus frases preciosas, por sus emotivos gestos y por colmar de recuerdos una historia que fue y una historia que será, pero diferente a lo que podría haber sido. Gracias por lo bonito del pasado, por el recuerdo en el presente, por las canciones, por los primeros besos, por la lluvia, por el ciclo de la vida, por las decisiones sensatas, por los personajes empáticos, por la naturalidad, por dejar que una historia que quizás estuvo guardada reposando, haya visto al fin la luz. Dona, Gracias por la tinta* Enlace: https://best22witches.com/co.. |
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