Cuarto libro que cierra la saga Mei Ling que anticipo que he disfrutado. Como saga lo que más me ha gustado es que leas el libro que leas y en el orden que quieras, si decides dejarla porque no te gusta la pluma, o el tema,o lo que sea, no te quedas con flecos. Todos tienen su principio y todos te dejan satisfecho y con la historia cerrada. En este libro es Sutekh el personaje que da quebraderos de cabeza y por él surgen extrañas alianzas entre Kefren y Mara. Sin embargo recordemos que estamos entre divinidades, inmortales y seres del inframundo. Todos ellos respetándose mientras no les toquen las narices y algunos personajes son especialistas justo en ese arte. No se puede contar gran cosa para que el lector la disfrute, tan solo que se han tocado las narices a los dioses griegos y la autora juega con las mitologías griega y egipcia haciéndonos navegar entre ellas. Una novela llena de intrigas, venganzas y traiciones muy bien hilada, con mucho ritmo y acción desde la primera página. A los amantes de la fantasía urbana y de la mitología les encantará. |