No hablemos más de amor

Cuando Alicia se encontró con el gato, ésta le preguntó que qué camino debería tomar. El gato le respondió que adónde quería ir. Alicia dijo que no sabía. Y el gato le respondió que entonces carecía de importancia que camino tomar.

Y con esta reflexión que nos ofrece “Alicia en el país de las maravillas” podemos resumir con acierto este libro. Una historia construida sobre unos personajes que sin un rumbo claro en la vida decidieron tomar decisiones que a priori parecían acertadas, pero que con el paso de los años se han dado cuenta de que igual no lo fueron tanto. Y es que como bien nos decía el pequeño Chesshire, si no sabemos a dónde vamos cualquier camino que cojamos nos sirve, la cuestión es si hemos acertado inconscientemente o si nos acabamos dando cuenta de que no estamos donde queremos estar.

Publicado en 2009 y reeditado en España en 2023 de la mano de Seix Barral, “No hablemos más de amor” es una danza magistral, una telaraña de acontecimientos en la que el autor recrea con viveza el desmoronamiento de dos matrimonios, con sus diferencias pero también con sus similitudes. Personas que en su día eligieron un camino y han acabado dándose cuenta de que puede ser que no fuera el correcto.

Y los errores pueden subsanarse, evidentemente, ¿pero cuál es el precio? Si sabes que tu felicidad está a un paso, pero implica destrozar la vida de otra persona, sin duda no sería fácil tomar una decisión. En otro orden de cosas, también cabe preguntarse hasta que punto está una persona dispuesta a renunciar a una vida de comodidad, lujos y bienestar aunque sepa que su matrimonio está basado en la infelicidad y la mentira.

Egoísmo, vanidad e ironía se dan la mano en esta novela para hablarnos del peso que tienen las decisiones que tomamos y de como afectan a nuestro entorno vital y personal, desde pequeñas variaciones sin importancia hasta grandes terremotos que pueden sacudir nuestros cimientos.

Y también, este libro es un retrato del concepto de la felicidad y del precio que debemos pagar (o que estaríamos dispuestos a pagar) por ella, ya que todos, en algún momento, elegimos caminos equivocados por dos motivos: el primero porque somos humanos y cometemos errores de los cuales podemos aprender (y esta es la base del conocimiento y la experiencia humana), y el segundo porque es muy difícil saber a donde ir en un mundo que cada día lo pone más complicado.