Hija de humo y hueso

¡Casi perfecto! Lo más original que he leído en mucho tiempo. Lo empecé sin estar demasiado convencida, pero a los pocos capítulos me llevé una grata sorpresa. El comienzo es prometedor. Nos encontramos con una muchacha de pelo azul (¡precioso!) que viaja a través de unos portales a todos los rincones del mundo recopilando dientes para su "padre", una quimera que la adoptó siendo un bebé.

La trama es de lo más interesante y realmente original. A medida que vas leyendo no paran de asaltarte dudas y empiezas a hacer tus propias suposiciones antes de llegar al final. Me ha fascinado lo bello y oscuro que es el mundo que describe la autora, la guerra entre las quimeras y los serafines y el novedoso concepto de usar magia a través de los dientes.

La escritura de la autora es sencilla y elegante. Describe con una pasión y realismo contagiosos y permite que te lo imagines todo con claridad. El libro está repleto de frases memorables, haciéndolo muy emotivo. El nacimiento y desarrollo de la historia de amor entre los protagonistas es creíble y muy real. Peeeero, he de añadir una nota negativa: no entiendo que muchísimas palabras aparezcan en cursiva. Imagino que quiere destacarlas, como si fueran más importantes que el resto de la frase, pero acaba cansando. Es lo único que no me ha gustado.

Los personajes están muy bien perfilados, desde los protagonistas hasta los secundarios. Me encanta la pequeña familia de quimeras, aunque siendo sincera, me costó un poco imaginarme a cada uno de los integrantes, ya que no colocaba todas las partes del cuerpo como correspondía y me salían cosas demasiado disparatadas incluso para una novela fantástica. Las quimeras como Brimstone o Issa son las que más relevancia tienen en la historia y me han gustado mucho, ¡son los más interesantes! Por eso lamento que sus apariciones sean muy escasas en el libro.

Karou es un personaje muy agradable y es fácil simpatizar con ella. Tiene un carácter duro debido a la educación que ha recibido con las quimeras, y nadie sabe nada de su "otra vida", lo que la hace muy misteriosa. Pero cuando aparece Akiva, toda esa fortaleza se pierde y se vuelve bastante ñoña, lo cual no me gustó.

Akiva es el único personaje que no resulta demasiado importante, pero a medida que vas leyendo te pica la curiosidad y quieres saber más de él y su pasado, y menudo pasado...

La historia entre Madrigal y Akiva se la podría haber ahorrado, o dejarla para el segundo libro. He notado que estaba fuera de lugar, como si lo hubiera puesto a presión y con calzador.

La verdad es que el final me resultó muy inesperado, ¡y odio que hayan puesto Continuará! Empecé el libro creyendo que era autoconclusivo y leer ese Continuará me revolvió las tripas. Como siempre, ahora toca esperar a su continuación...

Saludos ;)