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Ha sido un libro que me ha mantenido muy enganchada en todo momento, a pesar de que a partir de la mitad del libro (más o menos) empecé a sospechar qué había pasado. Y no me equivoqué. En este libro vemos la lucha constante de los padres para educar a sus hijos y que estos sean personas de provecho y vayan siempre por el buen camino. Aunque en algunos casos, estos hijos ya han decido cuál es el camino que quieren tomar a pesar del esfuerzo de sus padres. Es un libro que nos demuestra que, ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. Como bien dije antes, casi por la mitad del libro empecé a deducir lo "gordo" de la trama y tenía mis esperanzas en que eso cambiara justo al final y me dejara con la boca abierta, pero eso no pasó. |
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