La gran revelación

El tono general de las seis historias que incluye este tomo es similar al de ocasiones anteriores: deprimente. Todas las situaciones nos presentan a personas que no han conseguido lo que querían en la vida, ya sea por las circunstancias o su propia incapacidad. La primera de las historias está protagonizada por una prostituta que fue abandonada y, tras un intento de suicidio infructuoso, decidió ponerse como plazo tres años para ver si volvía a intentarlo o se había convertido en una mujer nueva. En la segunda historia la protagonista es la camarera de un bar que lleva años sin salir del mismo, cree su padre que lo hace para sentir lo mismo que su amante preso, pero en realidad es la penitencia porque el motivo que le llevó a la cárcel fue matar a su mujer para poder estar con ella.

La tercera historia nos habla de la vida de un mangaka venido a menos en su serie para niños que tendrá que rehacerse creando historias de un género totalmente opuesto, y en la cuarta un hombre recordará un momento traumático de su vida comparándolo con el mismo momento vivido por un amigo de la infancia. En la quinta una novia infiel será castigada con la muerte provocada por un escorpión, y la sexta y última historia es quizás la más terrible por su veracidad; en ella nos hablan de la antigua tradición existente en Japón de abandonar a las personas mayores cuando se convertían en una molestia para la sociedad, pero ambientada en los años 70 u 80 en Japón, cuando un hombre tiene que decidirse entre su prometida y su madre enferma.

Como en otras ocasiones, he disfrutado con la lectura de estas historias, que me parecen ágiles y muy interesantes porque presentan esa parte de la sociedad que menos se quiere ver.