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Primera novela del autor y segunda que yo leo, basada en su historia familiar, y que quizá por eso me ha parecido tan real, con personajes muy humanos, en la que por ser de un lado u otro no presupone ser bueno o malo, como en muchas otras obras ambientadas en la guerra civil española. “Hay mucha mierda en todos lados y esos son los únicos bandos que hay. Los de mierdas y los de no mierdas.” Empieza en los primeros años del siglo XX, con la típica historia de criada y señorito enamorados, que acaban teniendo un hijo ilegítimo. Cuando pasamos al 36 veremos en qué se ha convertido ese niño y cómo su familia de sangre, los Marqués, y sus amigos los Sagnier, tienen que abandonar España ante la amenaza de los milicianos, de manera que seremos testigos de la vida de unos acomodados y afortunados burgueses catalanes en el exilio, pero también de las diferentes luchas y contiendas en España, tanto de un lado como de otro. Quiero destacar dos personajes: el conde de Navalviento, el villano de la novela, el malo malísimo, y la joven monja obligada a huir de su convento y cuyas andanzas me han tenido en vilo. Las vidas de unos y otros se irán entrecruzando, lo que hace que no decaiga en ningún momento el interés y no pierdas el hilo a pesar de la cantidad de personajes. |
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