Arenas movedizas

Tanizaki nos regala la historia de dos mujeres, Kakuichi Sonoko una mujer que al estar aburrida decide meterse a clases de pintura donde empezara a tener problemas por unos rumores que tienen que ver con una de sus compañeras de clase, Mitsuko, una joven que por una extraña razón comienza a tener problemas con el directos, quien comienza a esparcir rumores de una posible relación entre estas dos mujeres. Sonoko es una mujer que se siente aburrida de la vida, con un marido por el que no siente pasión, que al llegar este rumor a su vida y al ir conociendo a Mitsuko comienza a avivar una llama que se encontraba muerta dentro de ella desde hace mucho tiempo; pero lo que no esperaba por parte de Mitsuko es la red complicada de mentiras y verdades que esta fue enredando, empezando por descubrir que Mitsuko tiene un novio y que puede que allá sido ella quien esparció el rumor y no el director. Mitsuko quien sabe cómo despertar la pasión y la obsesión en los demás entra en una extraña relación con estos dos personajes.
Utilizando a cada uno para su beneficio va enmarañando a cada personaje que se atraviesa en su vida hasta el punto de irlos corrompiendo tal cual una arena movediza.