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En 1912 aparece publicada esta pequeña obra de teatro de Rabindranath Tagore. Lejos de ofrecer detalladas descripciones de ambientes y objetos, se centra principalmente en los personajes y sus motivaciones. Un gran acierto que nos sitúa en el corazón mismo de las emociones de un niño y cómo éste transforma a los personajes a su alrededor. Amal es un niño enfermo que no puede salir de casa por prescripción médica. Madhav, un hombre tacaño que no deseaba tener hijos, lo adoptó y ahora le encuentra significado al sacrificio del trabajo y un sentido a la ganancia del dinero. En el primer acto, Madhav y el médico discuten acerca de lo mejor para el niño y se acuerda que no salga a la calle bajo ningún concepto. DOCTOR: Pues cuanto más sufra, más efecto le hará. Por eso el sabio Chiabana indica que «en medicina y en buen juicio, lo que peor sabe es siempre lo mejor». Página 14 El niño acepta las órdenes de sus mayores, pero sueña con visitar lugares lejanos y hacer todo tipo de acciones fuera de esas cuatro paredes en las que está enclaustrado. La ventana se convierte en su único puente de comunicación con el exterior. Desde ella, entablará conversación con los transeúntes, despertando la simpatía de éstos dada la cercanía y cordialidad de Amal. Así se conocen a personajes como el lechero, la hija de la florista, el sereno, etc… SERENO: El tiempo no aguarda a nadie; el tiempo se va para siempre… Página 31 El punto de inflexión sucede en una de las conversaciones cuando le señalan que el edificio cerca de su casa, se trata de la oficina de Correos del rey. Desde ese momento, Amal quiere ser cartero y espera una carta del rey dirigida a él. Las ansías de libertad de Amal, su deseo de libertad y su imaginación son todas las fuerzas que lo mantienen vivo. Pese a su delicado estado de salud, la inocencia del niño y sus ganas de vivir transforman y emocionan todo a su alrededor. La obra es un pequeño canto a la vida y a la lucha contra las adversidades. Si dejamos de tener ilusiones y aspiraciones, estaremos muertos en vida. El pragmatismo de los personajes adultos se ve superado por la idealización de Amal de los personajes secundarios que salen a su encuentro. Todos gozan de una buena vida a ojos de Amal, siendo deseo del pequeño compartir momentos con ellos para sentir y saborear de modo tangible esa libertad de acción que a él le está negada en su presidio, aunque ésta solo sea porun breve lapso de tiempo. Amal es un personaje carismático por el que lector sentirá empatía. El cierre de la obra cuenta con varias lecturas, a nuestro parecer, nos ofrece una visión doble, según sea el criterio y vivencias del lector que haya acompañado a Amal. Por tanto, El cartero del rey es una obra de teatro breve de delicada factura en la narración del episodio de vida del niño que nos invita a redescubrir el preciado valor de gozar de salud y libertad. Enlace: https://librosderuby.wordpre.. |
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