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Érase una vez en un lugar muy lejano... Así comienza esta historia de lo que pasó cuando se terminaron las perdices. Pero aunque comience con "Érase una vez", éste no es un cuento de Disney. Antes de comenzar con la historia en sí, comentaros que el prólogo de Lola P. Nieva que sirve como presentación a la novela es increíble. En esta historia nos encontramos a su protagonista Ariel y a sus amigas Blanca, Mérida, Aurora, Jasmine y Bella. Lo que fue un cuento de hadas ha dejado de serlo y como todas, tienen sus problemas. Pero claro, también estan ellos, o al menos algunos de ellos. Me ha gustado la historia y como se ha ido desarrollando. Sabía quién era el señor B desde el primer capítulo; era más que evidente, pero aún así me ha gustado irlo descubriendo. Nunca había leído nada de esta autora pero ya estaba prevenida por las presentaciones de su problema con las matanzas, sobre todo de elfos. Pues sí, en éste también lo ha hecho. Aunque aquí no hay elfos, hay príncipes. En el capítulo dos ya empieza la cosa a estar peligrosa. Ariel es el colmo de las catástrofes. Si queréis una historia divertida, con la que pasar un buen rato y reíros un montón, ésta es de esas. Con el aliciente de que a las protagonistas todos las conocemos, o más bien conocemos lo que Disney nos ha contado de ellas. Lo que sí es de avisar es que la historia no termina, deja un final abierto por lo que debe haber segunda parte. Y otra cosa a avisar es el vocabulario de la autora, que es muy de calle y con expresiones muy del sur. No apto para niños. |
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