Amigos del alma

Vamos a por el tercer libro de la serie Sintonías, y esta vez le toca el turno a la pareja compuesta por Jason y Gillian. Bueno, en realidad, no son pareja pero siempre ha habido esa conexión especial entre ellos, desde el primer día en el que Gillian llegó como niña de acogida al rancho de los Brady.

La línea de la historia sigue la de los anteriores y la temática varía poco. Seguimos viendo ese amor familiar incondicional y esa unión entre la familia Brady, en el que se incluye a Gillian, pues, tras cumplir la mayoría de edad, volvió a formar parte de esa familia como ya pudimos leer en las novelas anteriores

Esta vez, ese amor tan puro entre los protagonistas atrapa al lector, o al menos conmigo lo hizo, de una manera extraordinaria. Mi debilidad por esta pareja viene desde que leí la precuela hace unos meses y la conexión y empatía que siento con ellos es especial.

En cuanto a los personajes, Jason, protagonista masculino de esta historia, es un triunfador, un deportista de élite superatractivo que vive con una atención constante de las mujeres pero con las que no llega a tener nunca nada más que unos revolcones sin compromiso. Es el codiciado "soltero de oro". Está enamorado, aunque no lo reconozca en un primer momento, de Gillian McNeal, una mujer que sabe lo que quiere, alegre y optimista que vive enamorada de Jason en silencio pero que no quiere demostrar para no dañar esa amistad tan especial que los une desde hace años

Una historia de conexión entre un hombre y una mujer, de almas gemelas y de amistad especial que recomiendo completa y absolutamente a los amantes del género.