La historia del señor Sommer

La historia del Señor Sommer, es el principio y el fin.

Es la historia de muchos veranos, y de las estaciones intermedias.

Es el relato de las vivencias de un pequeño que sueña con las alturas, con volar y como sustituto trepa árboles.

Es el recorrido de su vida visto con los ojos preclaros de lo importante, lo que le hace sentir algo, felicidad, miedo, angustia. Lo que le deja algún inolvidable aprendizaje.

Es un relato construido a saltos a base de frases hechas de situaciones cotidianas memorables, jocosas .

El Señor Sommer es el eje central, con sus largas caminatas y su inefable bastón, pero es solo el puntal para ir desgranando su paso por la vida, primer enamoramiento, aprender palabras nuevas, andar en bicicleta, lecciones de piano, con tres escenas memorables sustentadas en la longevidad de la maestra y su madre, el moco adherido a la tecla, terror, angustia y carcajadas sostenidas en un fa. La galleta de premio y la manzana lanzada a la pared. Es la llegada de la televisión . Y de la adolescencia.

Es su crecimiento, la frustración, las ideas autodestructivas, y la lenta desaparición del señor Sommer, con el cual se le va la infancia, la juventud, y se le plantan los pies en la tierra,

El Señor Sommer con sus tres piernas, su sombrero, y su rítmico e infatigable andar es la paradoja del tiempo concentrado en el reloj. Es la poca importancia del mismo cuando se tiene a manos llenas. Cuando su relevancia es nimia.

El Señor Sommer es mucho más que “ Déjenme en paz de una vez por todas “ pero en esta frase esta contenido, apenas su importancia en la vida del narrador, es la parábola que describe en su caída, la parábola que le quedó en consecuencia y le recuerda constantemente su existencia… la de los tres.

“ Se esta jugando la vida”