Una pequeña y preciosa historia que te hace sonreír y también reflexionar sobre la vida, contada por un hombre que recuerda algunos pasajes de su infancia allá en el pueblo. Entre sus recuerdos se hace presente un personaje enigmático, el señor Sommer, que vivía con su mujer en una casa cercana y que se pasaba cada día del año andando de un lado para otro sin parar desde el amanecer hasta la noche. El señor Sommer está ligado a muchas de las aventuras que nos relata nuestro protagonista de cuando era un niño que casi podía volar y se pasaba muchas horas subido a lo más alto de los árboles... Un relato entrañable magníficamente ilustrado por Sempé que no te dejará indiferente, te lo recomiendo. |