InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Guille63


Guille63
07 March 2023
La novela apareció en 1879 y con ella el autor quiso ajustar cuentas con el Estocolmo de su época, aunque mucho de lo aquí dicho sigue estando tan vigente como entonces en cualquier parte de nuestro mundo civilizado. Ya en el primer párrafo de la novela deja claro de qué va esto: «Todo era vida, todo eran disputas».

El eje principal de la obra, aunque abandonado muchas veces para mostrarnos otros puntos de crítica, es el deseo ferviente de Arvid Falk por ser poeta, un joven idealista con una “delicadísima conciencia”, un afán de justicia, un ansia de sinceridad, que no se aviene nada bien con una sociedad que es justo lo contrario, injusta, hipócrita y corrupta, esto es, cualquier sociedad que haya existido, existe y existirá. Como bien dice Strindberg «el hombre es hombre, al fin y al cabo, y siempre será igual» y su mundo es aquel en el que «el primer y más grande deber del hombre es vivir, ¡vivir a costa de lo que sea!», en el que «cualquier triunfo es siempre a costa de alguna otra persona».

En torno a ese eje principal la novela se estructura en escenas que se superponen sin un orden claro y que en muchos casos constituyen historias en sí mismas, balas disparadas contra todo lo que se mueve: la clase política, la judicatura, la sociedad elitista, hipócrita y materialista, el mundo literario y pictórico lleno de autores que se arrastran bajo el gusto mayoritario y el interés de los editores y marchantes, los críticos cuyo único fin es alabar su propia obra, el mundo del teatro poblado de actores y actrices, empresarios y directores, que son arrastrados por su vanidad a interminables y mezquinas disputas, los genios artísticos que se pudren bajo su falta de voluntad y fuerza, las mujeres, siempre quejicas, frívolas, interesadas.

Todo ello dicho en un tono satírico, paródico, humorístico, un gran y corrosivo exabrupto producto de la gran frustración que el autor sentía por su inexistente carrera literaria y arrojada al mundo con la independencia de alguien que nada tenía que perder.

Mucha libertad respiran estas páginas, mucha verdad triste e inamovible, bastante misoginia y mucho ingenio y mucha mala leche («Una de sus cualidades principales como crítico de teatro, aunque muy tardíamente apreciada, era que estaba sordo»).
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro