He disfrutado mucho esta historia, la segunda que leo de la autora. Es un NA llenito de clichés (como Dios manda), su parte divertida y su parte picante. Sin duda, el punto fuerte son los personajes, tanto la pareja principal, Lluvia y Asher, como las abuelas, Atlanta y Joyce. Me ha gustado mucho cómo se ha ido desarrollando la relación amorosa, la tensión sexual que se palpaba entre ellos. Y la amistad entre las dos abuelas también es genial. Ligera, bonita y que deja con ganas de saber más de Trin y Travis (dos secundarios que aparecen muy poco).
|