Fuego Eterno

En este regreso al mundo de Erodhar, el autor nos pone en la piel de los Orcos, generalmente los malos de las novelas, para que vayamos empatizando con ellos y veamos que todos tienen sentimientos, hasta los malvados, y sus propias guerras e inquietudes internas.
Desde el comienzo de la novela se nos plantea el tema del acoso o bullying entre miembros o habitantes del mismo pueblo o raza. Incluso se puede hablar de racismo por diferencias nimias dentro de la misma raza.
Después de esta pequeña introducción, y en lo referente a la estructura de la novela, ésta se divide en dos partes. En la primera de las cuales observamos esos signos de racismo y bullying por ser distinto, pero también la fuerza de voluntad y el carácter del orco protagonista, Rough (Duro en inglés), que cómo indica su nombre no se deja vencer nunca por las adversidades ni desfallece ante los grandes empeños u objetivos que se tiene marcado. En cuanto a tener grandes metas, o soñar con tenerlas y destacar sobre los que te humillan, la obra nos va enseñando que, como norma general, cada vez que alguien sobresale se granjea las envidias, y hasta las traiciones de sus amigos más íntimos, de los mediocres. Aunque esto tiene un reverso oscuro que puede terminar con una persona siendo devastada por su rencor hacia los demás y el deseo de venganza, haciendo que no sea feliz ni disfrute de las cosas buenas y bonitas que le pasan, por muy pequeñas que sean, motivado por sus ganas de hacer pagar a quienes les ha humillado su ofensa.
En la segunda parte, nos internamos tanto en los recuerdos como en las disquisiciones filosóficas del protagonista. Pero lo que de verdad trata el autor de hacernos ver es que con constancia y paciencia todo lo que nos proponemos terminamos por conseguirlo. Aunque para ello tengan que sufrir aquellos que nos minusvaloraron.
También entre sus líneas vislumbramos que la Sociedad que relata tiene reminiscencias de los Estados Unidos, en especial en la época donde más arraigada estaba la segregación hacia los negros, donde la población negra no tenían casi Derechos y sufrían discriminación y segregación por parte de los ciudadanos y gobernantes blancos. al igual que también recuerda a la Sudáfrica del Apartheid. Incluso Rough nos puede rememorar tanto a John Fitzgerald Kennedy como a Nelson Mandela, pues como ellos busca la igualdad entre las diferentes razas y el fin de esa discriminación que sufren sus congéneres.
Otras de las enseñanzas que encontramos tiene que ver con la confianza que otorgamos a nuestros familiares, ya que estos nos pueden traicionar por conseguir o por anhelar poseer algo que nosotros tenemos.
Aunque la verdadera enseñanza o la más importante, después de la que sirve de hilo conductor de la novela que no es otra que “todos somos iguales”, es que la Inteligencia es mucho más necesaria e importante que la simple Fuerza bruta porque ya se sabe que la fuerza sin control no sirve para nada, solo para ser dominado por alguien más enclenque, pero más sabio.
Finalmente, y a modo de apreciación personal tengo que añadir que me ha gustado la novela pues es la primera vez que he leído un relato de fantasía donde los protagonistas son los Orcos, esos seres que generalmente los pintan como animales sin conocimiento. Además, me ha emocionado que de una forma simple, pero amena haya intentado poner de relieve el problema del acoso, racismo y lo importante que es conseguir que no haya discriminación y si igualdad.