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¿Un libro con orcos como protagonistas? ¡Por qué no! Desde luego, resulta curioso adentrarse en un mundo de fantasía clásica desde la perspectiva de los orcos, personajes que están bastante encasillados en el papel de simples peones de los malos, y bastante asquerosos. Sin embargo, en este libro nos encontramos con orcos que rompen esos esquemas. Seres civilizados, con una jerarquía muy parecida a la humana y con una sociedad estratificada con un soberano que ostenta el poder sobre el pueblo. Es un libro dinámico que no se está por tonterías y que va directamente a lo que nos interesa. A la acción, a las confabulaciones, a las batallas por el poder. Lo mejor de este libro, a parte del precioso estilo narrativo del autor (del que ya os hablé con más detalle en la reseña de “Leyendas de Erodhar”), es el hecho de poder vivir la evolución del personaje protagonista. Cómo el deseo de poder y de venganza le van transformando poco a poco. Ha sido una gran experiencia poder adentrarse en un mundo de fantasía acompañada de un clásico antagonista. Es cierto que en ocasiones el libro me ha parecido ligeramente previsible y con algunas escenas bastante convenientes. Pero, por otro lado, el autor ha sabido darle a esas escenas una explicación bastante coherente, haciendo que todo cuanto sucede tenga una razón de ser. A pesar de ser inicio de saga, y quedar la trama abierta dando pie a una segunda parte, el libro no resulta excesivamente introductorio. El autor no se detiene en exceso en la presentación del mundo, se centra en la presentación del personaje y su evolución, y gracias a ello son bastantes las escenas de acción de esta historia. Resumiendo: un buen libro para aquellos a los que les guste la fantasía de tintes clásicos pero sin la densidad característica de las grandes sagas del género. Un buen libro para complementar un mundo ya creado (que el autor nos presenta en su otra obra “Leyendas de Erodhar”), permitiéndonos recorrer de nuevo sus tierras pero con otra visión. |
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