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Lo primero que voy a decir de Milagros en Bicho Raro, y lo que probablemente les diga todo el mundo, es que es un libro particular. Consta de 32 capítulos sin titulo, solo el primero reza el año y el lugar en el que se desenvuelve la historia para ponernos en contexto. Son capítulos cortos, algunos mas que otros, esto me gusto ya que da la sensación de que uno lee más rápido. La historia esta narrada en tercera persona donde cobran la misma importancia los paisajes así como sus personajes. Nos encontramos con Bicho Raro un pueblo de Colorado, y allá por el 1962, Daniel Soria era el santo de la familia. Santo, sí, literalmente. En Bicho Raro ocurría una cosa que no ocurría en otro sitios, y es que allí se obraban milagros. Los peregrinos acudían desde todas partes en busca de su milagro, y el santo del pueblo se afanaba en concedérselo. Lo que la gente no sabía era que recibir tu milagro no era cosa fácil ni rápida, este constaba de dos partes, la primera la realiza el Santo y la segunda queda a cargo de el peregrino. Podemos decir que la trama comienza con la llegada de Tony y Pete a Bicho Raro, el primero buscando un milagro y el segundo, un trabajo. Que acuda alguien al pueblo sin buscar un milagro no es normal en los tiempos que corren, así que Pete no pasa desapercibido, pues es el único con quien realmente pueden relacionarse los Soria aparte de sí mismos. Debo de aclarar que lo Soria no podían hablar con los peregrinos una vez comenzado los milagros. Aunque la trama de este libro es importante, creo que lo fundamental en el mismo son sus personajes, sobre todo la familia Soria, que está tan ligada a Bicho raro como Bicho Raro a ellos. Vemos a través de los tres personajes principales la fuerte unión familiar y la historia de dicha familia, que siempre ha estado destinada a la grandeza y a despuntar sobre las demás. La forma de escribir de la autora me ha gustado mucho, por su dominio de las palabras podernos visualizar perfectamente el entorno. Construye el mundo con originalidad y gran maestría. Creo que nunca he visto a alguien que sea capaz de describir sentimientos como lo hace esta mujer. Por eso decía que se me ha avivado la curiosidad por esta autora, porque la ambientación de este libro ha sido, sin duda, lo más destacable. Su estilo, un tanto extraño, peculiar por llamarlo de alguna manera, hace que la narración de sus historias tenga un toque lírico, como a poseía, que pocos autores consiguen crear a lo largo de las paginas mantenido a la vez el ritmo y la atención del autor. Es cierto que el principio de la novela se hace bastante lento, pero cuando quieres darte cuenta ya no puedes salir de Bicho Raro. El ritmo va subiendo de intensidad a medida que avanza la historia, pero nunca se precipita, de hecho tira más bien a lento, sin prisa pero sin pausa. En definitiva, nos encontramos con una historia en la que la espiritualidad y los milagros tienen un gran peso, pero no son para nada milagros comunes, sino bastante especiales, como descubriréis si decidís darle una oportunidad a este libro. Vemos cómo superar la oscuridad que habita en nuestro interior, la importancia que tienen cosas que no pensamos que puedan tenerla y las muchas manifestaciones del amor, maravillosamente descritas por cierto. |
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