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"Recuerdos de egotismo" es un relato íntimo de las vivencias de Stendhal desde 1821 hasta 1830, es digamos la segunda parte de "La vida de Henry Brulard".Es una autobiografía mezclada de algunos eventos falsos y muchos alterados mínimamente pero es en realidad la vida que tuvo Stendhal durante aquel tiempo.Hay muchas cosas que me gustaron del libro, no estoy seguro pero creo que hay que ser stendhaliano para poder disfrutarlo más, no sé si le pueda gustar a alguien que no conoce a Stendhal o no está interesado en conocer más de él. El relato y sus peripecias al ser tan reales no son necesariamente interesantes, y la manera de contarlo no es precisamente la mejor como en sus grandes obras, en gran parte de seguro porque es (como muchas obras de él) inconclusa, Stendhal no la terminó de escribir.Hay dos cosas importantes que sin embargo me llaman la atención: lo primero es que para mí Stendhal es fuente de conocimientos no sólo de historias ficticias sino de muchas cosas y lo segundo que es una obra que te permite conocer qué tan "romántico" realmente era Stendhal.Sobre lo primero pues Stendhal como dice en una parte del libro ha conocido a grandes hombres, es una persona que digamos se apasiona por las grandes almas de su tiempo, así como describe todas las personalidades que trató en la época así como juzga obras de sus contemporáneos, así pude conocer más sobre: Napoleón, Racine, Shakespeare, Madame de Stael, Benjamin Constant, Merimée, Daru, Walter Scott, Schiller, Monti, Lancival, y muchos otros personajes que gracias a Stendhal trataré de conocer más, muchos literatos que han escrito libros algunos olvidados que a partir de ahora buscaré.Sobre lo segundo, es algo que si bien no me sorprende demasiado sí ya me ha hecho comprender algunas cosas de su obra. Stendhal al parecer fue muy desdichado en el amor y es un gran contraste con aquella idea que algunos teníamos y que algunos expertos decían sobre él, que era una persona fría, cínica y mordaz. Muy cierto su obra puede ser así pero luego de haber leído "Del amor" y sobre todo "Recuerdos de egotismo" nadie puede dudar que era en el fondo (tras la careta, como él mismo dice) un personaje muy sensible y apasionado.
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