La taza de oro

Si os decidís a leer La Taza de Oro buscando una historia de mil y una aventuras, esta no es vuestra lectura. Si pensáis que es un libro repleto de piratas bravucones, despiadados y vividores, estáis equivocados. Este es mas bien un relato novelado acerca la vida de un personaje real, el bucanero Henry Morgan, que vivió en el siglo XVII, pero no es una novela histórica, sino una amalgama subjetiva de realidad y ficción sobre las peripecias que este hombre vivió desde su juventud hasta que murió habiendo sido investido caballero y nombrado Teniente gobernador de Jamaica al servicio de la Corona británica.

Con 15 años, un joven Henry idealista e impulsivo, decide abandonar su pueblecito de Gales con el fin de perseguir su sueño de alcanzar notoriedad y surcar los mares para convertirse en un gran bucanero. Pero en vez de eso, su ingenuidad le lleva a ser vendido como esclavo en Barbados, donde curiosamente su amo termina convirtiéndose en su mentor y en casi un segundo padre para el. Una vez alcanzada su libertad y empeñado aún en embarcarse y ser pirata, entra en contacto con verdaderos corsarios. Y a partir de ahí, su estudiado y novedoso sistema organizativo para los saqueos de buques españoles en ultramar le hacen saltar de triunfo en triunfo. Pero su ambición sin fin le lleva a obsesionarse con la conquista de la inexpugnable ciudad de Panamá, también llamada LaTaza de Oro, movido por la codicia de conseguir los tesoros incautados por los españoles por toda America y allí acumulados y por la obsesión de conquistar a la Santa Roja, una mujer enigmatica de cuyas dotes de seducción todos hablan.

Una historia entretenida y no exenta de cierta ironía, que bajo la inigualable y bellísima pluma del Steinberck parece estar más centrada en el perfil psicológico del protagonista que en el rigor histórico de lo contado o las peripecias vividas por el protagonista.

Un protagonista que de joven soñador y romántico desemboca, ya alcanzado el éxito, en un hombre insatisfecho, inseguro, pusilánime e indeciso, características estas que lo convierten en la antitesis de lo que se entiende por un villano y que chocan frontalmente con la imagen que todos tenemos de los piratas.

Una lectura corta donde, a base de pinceladas y sin profundizar demasiado en la trama, se funden historia y leyenda, para hacer que lo real y lo imaginario convivan, y en la que se ahonda más que nada, tal y como es característico del autor, en la psicología del villano, buscando quizás humanizarlo y desmitificarlo. Entretenida.