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Vladimir, un multimillonario ruso, rescató a Natasha de las calles siete años atrás y desde entonces vive rodeada de lujos mientras el magnate se encuentra inmerso en negocios turbios que Natasha intuye, aunque nunca ve. Natasha se dedica a hacerle feliz a cambio de la protección que el empresario le proporciona, pero su aparente felicidad comenzará a tambalearse cuando conozcan a Theo Luca, un artista que queda fascinado por Natasha, mientras que Vladimir está dispuesto a conseguir la obra de Theo como sea, aunque no esté a la venta. El libro no es demasiado extenso, por lo que entre que se nos presentan a los personajes, se asienta la base de la trama y se desarrolla, unido a la evolución de los personajes principales, llegamos a su final sin darnos prácticamente cuenta, manteniéndonos atrapados su historia. Lo que más me ha llamado la atención de su autora, además de sus personajes, ha sido el que cuide cada detalle del libro al milímetro, algo que también se ve en la cercanía que tenemos con sus protagonistas. Es uno de esos libros fáciles y ágiles de leer, con un muy buen ritmo y que nos mantiene atrapados en todo momento, dejando, al menos en mi caso, una buena sensación y más ganas de leer a Steel. |
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