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El inicio de la trama peca de que veamos a Erin, nuestra protagonista, como la mala, y eso hace que, al principio, no lograra empatizar mucho con ella hasta bien entrada la mitad del libro que es cuando, en mi opinión, empieza a ponerse interesante pese a que la autora abusa de usar demasiados términos de la wikipedia, algo que ralentiza la lectura y, por tanto, la acción. Hay un punto en el que es previsible, el final se me hizo un poco lento, pero aun así es un thriller entretenido e intrigante, realmente no sabes cómo va a terminar el lío en el que se han metido Erin y su marido Mark. Está bien escrito, con la narración de Erin en primera persona, desde su enlace y problemas económicos con Mark, al que despiden de su trabajo en el banco. En su luna de miel en Bora Bora, mientras hacen submarinismo, encuentran una bolsa que proviene de una avioneta privada hundida en el mar, y con la que se hacen millonarios de la noche a la mañana. Cada paso que dan supone un peligro, por lo que se lee sin freno. También tiene mucho protagonismo el trabajo de Erin, que está realizando un reportaje en el que tiene que seguir a tres presos a punto de salir en libertad; uno de ellos es Eddie, que la ayudará. En líneas generales, salvo algún cabo suelto, está bastante bien. Es entretenido y adictivo, como cabe esperar en un thriller. Recomendable. |
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