El esplendor de la señorita Jean Brodie

La novela se ambienta en el Edimburgo de los años 30, período de Entreguerras (años situados entre el final de la Primera Guerra Mundial y comienzos de la Segunda Guerra Mundial), en una escuela femenina. Siendo la protagonista la profesora Jean Brodie, una mujer un tanto... peculiar. La docente selecciona a un grupo reducido de alumnas de secundaria para enseñarles de verdad, fuera de los libros de texto de la escuela; así, Jean Brodie pide que saquen sus libros para disimular, mientras ella les habla de sus experiencias.

Durante las clases, les hablará de arte, literatura, política, de su vida... Y las alumnas no pueden evitar sentir entre fascinación y sorpresa por la manera de dar las clases que tiene la señorita. Aunque de vez en cuando se distraen y la profesora les da un toque de atención (porque Jean Brodie tiene mucho carácter). Puede parecer que esta docente es un tanto revolucionaria pero es muy estricta con el protocolo (les corrige la forma de expresarse, la manera de sentarse, etc).

Sus alumnas no parpadean cuando la profesora Brodie les habla de su vida sentimental, las muchachas saben más que un 'ratón colorao'. Jean Brodie estuvo comprometida pero su matrimonio no pudo celebrarse por la guerra, el joven no volvió de las trincheras (ni su cuerpo tampoco). Las alumnas deciden escribir la historia de la vida de su profesora, fantaseando que su prometido vuelve a reencontrarse con ella.

Aquí la historia de un giro puesto que las muchachas deciden ahondar en la vida sentimental de su profesora ¿y su verdadero amor estuviera en la escuela? ¿Será Lloyd o Gordon? Mientras que Lloyd está casado, Gordon permanece soltero y los dos tienen buena relación con la profesora. Entre idas y venidas... y con un giro inesperado... unas alumnas fantasean y otras (u otra) traiciona a la señorita haciendo que pierda el empleo ¿pero quién será? ¿y si no fuera una alumna?

Me ha gustado y sorprendido a partes iguales, no será la última novela que lea de esta autora. Quizás lo único negativo que puedo decir, es que me ha costado acostumbrarme a su estilo porque da muchos saltos de escena y temporales, y al principio me resultaba confuso. Merece la pena seguir solo por los últimos capítulos y ver cómo todas las piezas encajan; y por supuesto, hay que leerlo para saber qué es el esplendor (creo que el mío todavía no ha llegado).