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Elegir un personaje histórico del que no se conocen abundantes datos (y que además ha sido frecuentemente relegado por la historiografía más tradicional) y construir una novela verosímil en torno a él dentro de los parámetros de lo que nos ofrecen las fuentes, no es una tarea baladí. En “Egilona. Reina de Hispania”, José Soto Chica no solamente salta este obstáculo airosamente ofreciéndonos una apasionada narración sobre la que fuera dos veces reina (al menos a efectos); sino que también nos aporta una versión muy diferente de la época de la conquista de la península por parte de Táriq y la formación de lo que se conoce como Al-Ándalus (todo ello, debe añadirse, fruto de sus investigaciones como Doctor en Historia Medieval). En este sentido, aunque la trama sigue a los grandes nombres del momento como son el rey Rodrigo, Pelayo, Táriq ibn Ziyad y Abd al-Aziz, no se queda únicamente en las gestas bélicas conocidas. A este respecto, también es la historia de dos mujeres fuertes a las que el autor da voz en un mundo en que debían luchar, en gran medida a la sombra, para garantizar su posición. Por un lado, Egilona, como personaje en torno al cual pivotan muchos de los grandes acontecimientos narrados. Esposa primero de Rodrigo y, después, de Abd al-Aziz, es una superviviente que comprende que el destino de Hispania ha cambiado y tanto la población como ella misma, deben adaptarse a las circunstancias. Por otro lado, Umm Hakim, concubina de Táriq y personaje más novelado puesto que poco se sabe acerca de la mujer real. No obstante, es una mujer cargada de historia, que, como Egilona, no tiene problema en intrigar y conspirar para sobrevivir en tiempos inciertos (debo decir que ha sido mi personaje favorito del libro). La narración en estas aproximadamente 500 páginas es densa, con esa pluma que se recrea en descripciones y, sobre todo, en los sentimientos de los personajes. Pudiera considerarse que la parte más dinámica de la historia tarda en arrancar, pero hay que reconocer que el escritor nos pone en contexto de una manera soberbia. Además, considero que los amantes de la historia bélica harán las delicias con esta lectura puesto que, como gran conocedor de este mundo, José Soto nos lleva de nuevo a conocer una visión una tanto diferente del ejército Omeya en particular. Es también destacable que nos ofrece detallados acontecimientos que tienen lugar en ambos bandos, no es una historia de buenos ni malos sino una obra fiel (dentro de los límites de la novela histórica) o, al menos justa con los hechos. Entroncando con todo ello es muy reseñable la nota histórica final sobre la que conviene detenerse para conocer el alcance las investigaciones del medievalista y el porqué de aquellos sucesos del libro que pudieran sorprendernos en contraposición con la historia conocida o más arraigada. Finalmente me ha encantado la manera de acercar al lector la realidad de las conquistas bélicas de la época y la progresiva asimilación cultural y mezcla de poblaciones, un proceso mucho más lento del que en ocasiones nos presenta la literatura o pudiéramos tener en el imaginario colectivo. |
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