 |
Este libro ha sido para mí un grato descubrimiento. Debut literario de su autora a los 73 años. Una pequeña joya autobiográfica (lo que no sé es si es fiel reflejo de sus vivencias o si se ha permitido algunas pequeñas fabulaciones en la narración como, por ejemplo, la trama detectivesca). Es el relato de las vivencias de una niña de 11 años, durante un verano pasado en la casa de sus abuelos maternos en un pequeño pueblo de Soria, actualmente despoblado. Su amistad con otros niños del pueblo, la relación con sus abuelos, los duros trabajos e incomodidades de la época (años sesenta), el primer amor… Todo ello rememorado por una mujer adulta con motivo de una visita que hace al pueblo para vender la antigua casa de su abuela. La autora habla también del desarraigo de los campesinos cuyos hijos han emigrado a las ciudades y, al final de sus vidas, son separados de sus lugares de origen, y de su resignación o fatalismo en esta última etapa de sus vidas. Está muy bien escrito (sorprende por ser su primera novela), con gran sensibilidad. Me ha hecho evocar muchos recuerdos de mi propia infancia en un pueblo de Cataluña, mis vacaciones veraniegas en una aldea vecina y el mundo rural de aquella época, que es también la mía, con muchas menos comodidades que ahora y una vida más dura y esforzada, menos consumista y más vinculada a la tierra y a la naturaleza. Totalmente recomendable. |
>
